Durante los años transcurridos, en varias ocasiones hablamos de el sentido que tenía realizar una inversión tan importante si luego la iglesia iba a permanecer cerrada la mayor parte del tiempo. Máxime si, aprovechando las obras, se había rehabilitado la sacristía para reconvertirla en capilla, con acceso directo e independiente desde el pórtico, adecuándola al uso para el culto habitual.
De la mano de esta reflexión empieza a deslizarse la idea de compatibilizar el uso religioso con otros usos de corte cultural y creativo.
Es así que en septiembre de 2011, con motivo de las fiestas en honor a San Miguel, la coral Manuel Iradier inaugura la utilización cultural del recinto religioso con un concierto.
En diciembre de ese mismo año se celebra por primera vez el concierto de navidad con la actuación del Cuarteto Foronda.
En 2012 se continúa con la programación cultural.
En mayo actúa el Coro de la Escuela Municipal de Música y Danza de Donostia-San Sebastian.
En septiembre nuevamente la coral Manuel Iradier, y en diciembre los coros de la Ikastola Olabide y nuevamente el concierto de Navidad, que este año incluye la actuación de una cuentacuentos.
Poco a poco se va dando forma a una programación cultural que pretende ser programada y continuada.